Comunicadora

Naomi Teruya

Sí, este es un alegato a la vacancia. Tras un año de gobierno de Pedro Castillo, se han propuesto otras tontas alternativas, mientras el resto del país debe seguir rasguñando el fondo de la olla.

Primero, muchos sostuvieron el relato de que la vacancia no es un mecanismo legal y que el Parlamento abusó de esta figura para vacar a Martín Vizcarra. Es por eso que, si estos aceptaran que Castillo sea destituido por incapacidad moral permanente, evidentemente, entrarían en contradicción. Además, muchos de ellos votaron e hicieron campaña a favor de él; en otras palabras, aceptar que toda la responsabilidad la tenga Castillo es asumir que se equivocaron. Lamentablemente, el Congreso que hoy tenemos no está siendo un contrapeso real, resultado de la reforma de Martin Vizcarra que prohibió la reelección congresal, como si los congresistas se autoelegirían. De hecho, es el derecho de la gente a votar (si así lo quieren) por el mismo parlamentario. No hay duda de que hay cosas que reprocharle al Congreso. Sin embargo, no se compara con todas las acusaciones contra Castillo, su incapacidad para gobernar y la cero rendición de cuentas que da al país. Entonces, ¿por qué el “que se vayan todos”, si el único causante de este desastre es el que lamentablemente tiene la banda presidencial?

Segundo, no tenemos una oposición estratega. El activismo se ha hecho política, donde todos se indignan por Twitter, pero ninguno es capaz, salvo excepciones, de presentar una moción de vacancia. En su lugar, gastan energías en armar listas para forjar la imagen de patriotas, como si se les pagara por eso. Mientras la población rechaza a Boluarte, ellos comparten con esta, cuando tenían la opción de irse al instante cuando vieron que ella estaba en el lugar.

Vacar a un presidente es un recurso límite del Congreso para situaciones excepcionales (como la que tenemos con Pedro Castillo), siendo una prerrogativa que no debe ser facilitada con una reducción de votos porque implicaría debilitar a la democracia dándole, como corolario, mayor poder al Legislativo. Estamos sufriendo el precio de elegir mal, pero que esto no justifique medidas desesperadas. Sí, la única salida constitucional es la vacancia, todo los demás son distractores que, maliciosamente, cumplen su función: que Castillo siga siendo presidente del país.

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La vacancia es la única solución, por Naomi Teruya

Este martes 26 de julio se llevará a cabo la elección de la mesa directiva del Congreso de la República. Lamentablemente nos encontramos, otra vez, ante una oposición dividida, evidencia clara de que tenemos a activistas como parlamentarios, no a políticos estrategas.

La primera lista multipartidaria confirmada es la de 

 (APP) del partido de César Acuña, encabezada por Lady Camones en la presidencia, Martha Moyano de 

 en la segunda vicepresidencia y Wilmar Elera de Somos Perú en la tercera vicepresidencia. Esta lista podría obtener al menos 51 votos, aproximadamente.

, encabezada por Gladys Echaíz en la presidencia. El problema de esta lista es que solo han presentado a quien la encabezaría y no al resto, evidentemente es porque todavía están en negociaciones. El propio Almirante Jorge Montoya ha dicho que tienen puntos en común con 

, esto es un grave error (incluso aunque la intensión haya sido buena). Si la lista de Echaíz gana votos de 

 y del bloque magisterial, solo obtendrían 41 votos (en el mejor de los casos) de los 66 que se necesitan para ganar la mesa directiva. En el peor, solo cuentan con 15 votos, casi un saludo a la bandera.

 la vicepresidencia para que así se sumen más votos a la primera lista de Acuña que, si se da el caso, se lograrían obtener los 66 votos necesarios.

Tendríamos otro problema si la izquierda propone una tercera lista, en ese caso, estos obtendrían al menos unos 50 votos. Debemos tener en cuenta los 15 votos de 

 que no sabemos dónde irán, al menos lo único predecible es que los niños forjarán camino para el oficialismo.

apoya a la lista de Echaíz? Si consideramos solo los 15 votos actuales, no llegarían ni a 40.

Muchos creen que la imagen opositora más seria Gladys Echaiz, sin embargo, si 

 dejase el activismo, negociarían, al menos, la vicepresidencia de la lista de Camones. Pero sospecho que no va a pasar. Ninguna de las dos listas es ideal, una está sometida al compromiso, la otra le hace ojitos a Perú Libre, ingenuamente, para ganar votos. Dios nos ayude.

No hay oposición, por Naomi Teruya 

Tras la muerte de Shinzo Abe, muchos intentan forzosamente relacionar su fallecimiento con extremismos nacionalistas o venganzas internacionales, lo cierto es que, con lo que se sabe, solo se puede concluir que quien lo asesinó no estaba bien de la cabeza y que tenía una macabra capacidad para crear armas caseras

La constitución japonesa, a diferencia del Perú, no ha tenido mayores enmiendas desde su promulgación, en 1947, que, tras la 2da guerra mundial, no solo se planteó el objetivo de ser un país pacifista, sino también de forjar una democracia liberal.

Si bien su sistema político es una monarquía parlamentaria, en la práctica, el emperador no tiene más que una cierta representación cultural y ceremonial, porque ni siquiera para la diplomacia internacional influye, como sí lo ha sido el primer ministro. Desde hace 38 años, el partido predominante ha sido justamente el de Abe, llamado Liberal Democrático, que en políticas sociales son conservadores (en teoría, esto podría ir cambiando), pero en cuanto a medidas económicas a pesar que dista mucho de la teoría económica liberal, es la opción que más ha permitido crecer a Japón durante los últimos años, es por eso que la gente los sigue votando. Sin embargo, en su keynesianismo, la deuda pública alcanzó su máximo histórico el pasado mes de marzo y sumando la inflación estadounidense, el yen acaba de caer en su mínimo histórico desde 1998.

Al paralelo, el actual gobierno de Kishida piensa aumentar el impuesto a los ricos y generar más gasto público, sobre todo porque va a impulsar la iniciativa de Abe, la de reformar el artículo 9 de la constitución para que el país se militarice, que podría ser una realidad tras las elecciones legislativas que acaban de darse donde el partido de ambos obtuvo mayoría parlamentaria. Esto significaría contraponerse a la política pacifista y la renuncia al uso de armas en disputas internacionales. Es importante considerando que, tanto Abe como Kishida, condenaron las acciones de Putin (recordemos que mantienen el conflicto por las islas Kuriles y que la cercanía de Rusia con China les genera alarma). Además, las bases militares estadounidenses siguen en Okinawa, donde incluso los aires pertenecen a Estados Unidos.

La muerte de Shinzo nos recuerda que los años que vivimos son cada vez más violentos. Queramos o no, la defensa de la paz y de la libertad, nos costará sangre y sudor.

El keynesianismo japonés, por Naomi Teruya

Cuando a Pedro Francke se le preguntó si Pedro Castillo debería renunciar, este tomó la opción que “bondadosamente” Jaime Chincha le dio: la de no contestar la pregunta. En ese caso, ¿no le bastó con haber sido parte del gobierno más desastroso que hemos tenido y que, incluso tras su salida, sigue siéndolo?

Parece que el tan digno e indignado Francke ya no se acuerda cuando el Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) advirtió sobre las contrataciones estatales de sus hijos, siendo Francke ministro de Economía, cuando se sabe que por ley esto no debería darse. Es más, él mismo dijo que esto había sido un error y que ellos iban a devolver el dinero de la contratación, confirmando así que el hecho delictivo sí se dio.

No sabemos si alguna vez le dolió el hígado por los 20 mil dólares encontrados en el baño de Palacio. Según él, este hecho, conlleva corrupción, pero aun así no es tajante en condenar el gobierno de Castillo y pedir la renuncia del mandatario que ya no lleva sombrero.

Tampoco debemos olvidar la reforma tributaria que, para sostenerla, tuvo que mentir. Según Miguel Palomino, director del Instituto Peruano de Economía y ex vicepresidente del Banco Central de Reserva, Francke mintió sobre el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI). No es verdad que las mineras pagan menos impuestos, de hecho, el Perú junto con Chile, son dos países donde existe progresividad impositiva, es decir, la tasa de interés aumenta de la mano de las utilidades de las empresas. Tampoco es verdad que Chile tiene menos puntos porcentuales en la carga fiscal promedio y que, si el Perú subía 4 puntos, como dijo Francke, seguiríamos teniendo tasas impositivas menores que las de Chile. Lo cierto es que la carga fiscal chilena es del 38,4%, mientras que la del Perú, 41,7%. Esto implica que, para los inversionistas mineros, Chile sea un espacio más atractivo por las oportunidades que se les da, a diferencia del Perú.

Francke también dijo, mientras Chincha le servía la mesa, que Pedro Castillo le ganó el corazón, pero ¿le pagábamos a Francke para que tenga empatía con Castillo o para que haga su trabajo?

Esto es la fórmula caviar, cuando el barco del cual fueron parte se comienza a hundir, estos escapan, mientras tanto el peruano debe pagarle el encanto y el desencanto. Sus risas y sus lágrimas, nos cuestan.

Francke no responde, por Naomi Teruya

Nadie en su sano juicio podría estar a favor de la penalización de la homosexualidad. Qué bueno que países como la India, en el 2018, decidió que dejara de ser delito. Sin embargo, no sucede lo mismo en Qatar, donde es penado con 5 años de cárcel o, si son musulmanes, pena de muerte. Está claro que declarar un hecho privado, que refiere a la intimidad, como un crimen es inaceptable para los que creemos en la libertad y responsabilidad de cada ser humano.

No obstante, lo que hemos visto en los últimos años con el movimiento 

 es simplemente aprovecharse de la defensa de derechos humanos para fines políticos y financiamientos por doquier. Se sabe que el progresismo necesita del Estado para forjar la imagen de inclusividad y asegurar cursos de género inservibles, cambio de currícula educativa ideologizadora e incluso leyes que derrochan más gasto público. Por otra parte, las empresas privadas tienen la libertad de ejercer la política que gusten al igual que el consumidor de rechazarla. De hecho, se cansaron de la inclusividad forzada, tanto que han dejado de asistir o consumir a toda aquella empresa que se esfuerce en ejercerla, en ese caso, ¿al estado cómo le hacemos entender lo mismo?

Lo preocupante es que con simplicidad se refuerza la idea de que todo homosexual es bueno por ser homosexual, cuando la realidad es que, como todo grupo social, hay buenos y malos. En ese sentido, ser homosexual no es lo mismo que pertenecer al colectivo LGTB, porque estos últimos tienen agenda política de izquierda, donde no les interesa consensuar, sino que su ideal es criminalizar a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos, como una especie de capricho infantil, como cuando Ricardo Morán dice que la madre es un constructo social ¿es homófobo oponerse a esta clase de estupideces?

Paradójicamente es en el mes del orgullo donde Japón acaba de rechazar el matrimonio igualitario. La película 

 (donde aparece un beso de dos lesbianas) tuvo un fracaso estrepitoso en Estados Unidos, además transexuales han sido excluidos de deportes con competidoras femeninas. Sin contar que la gente critica el exhibicionismo de las marchas del orgullo, con toda razón, ya que supuestamente esto es delito.

La agenda LGBT se ha dedicado a ganar votos con la sexualidad de homosexuales y a querer revolucionar el mundo criticando al capitalismo desde un iphone.

El mundo se cansó de ustedes, por Naomi Teruya

Muchos esperarán que esta columna haga gala del título y se desarrolle con la perorata caviar que suele darse a favor del gobierno de turno, pero no, lean con prudencia.

Primero: gracias, Castillo, por tus actos, los cuales no deja de darnos la razón a quienes avizorábamos este panorama y que no tuvimos miedo de alertar. Decían que bailabas bien, que comías lo que el pueblo come y que, sin importar si sabias multiplicar, lo aplaudible era que aparecieras con una pala y descalzo en el campo. Tras convertirte en presidente y con los escándalos sumados, dejaste el sombrero, para entrar de madrugada con gorra a Sarratea, mientras los vigilantes callaban.

Segundo: gracias, Castillo, porque lo que le tomó a Venezuela en darse cuenta quién era Hugo Chávez, a nosotros nos tomó poco menos de un año. De hecho, Aníbal Torres decía que la oposición intentaba desprestigiar al Ejecutivo, pero la verdad es que la oposición es tan mala que no puede hacer aquello que el Ejecutivo hace por sí solo.

Tercero: gracias, Castillo, por tener ocupados con zarandajas a los periodistas. Un día hablas de 1.200 países y al otro, de si el pollo está vivo o está muerto. A veces, eres benévolo y declaras día de feriado nacional, siempre que coincida con tus citaciones a fiscalía, qué lindo ser el presidente del Perú. Por cierto, Croacia parece estar bien, pero si tu dices que están en guerra ¿quiénes somos nosotros para contradecirte?

Cuarto: gracias, Castillo, porque no ganó Keiko. Haz del país lo que quieras, tendremos hambre, no habrá trabajo, menos inversión y minería, pero no importa, queda la memoria y dignidad. “¡Fujimori nunca más!” se puede escuchar.

Quinto: gracias, Castillo, por no dar entrevistas, no necesitamos escucharte, porque o nos mentiras o dirás puras estulticias, nos ahorras el enojo la verdad. Pero, por favor, asiste a fiscalía, para que respondas sobre tus sobrinos, sobre dónde está Juan Silva, sobre los audios de Zamir Villaverde, sobre el desaparecido Bruno Pacheco, etc. 

Finalmente, es contradictorio estar agradecidos con uno de los presidentes más deplorables que nos ha tocado, no obstante, hay que ver el vaso medio lleno, sobre todo cuando poco a poco vemos cómo nos roban el país, sin tocar una línea de la Constitución (pero con ansias de cambiarla), con la permisibilidad de un pueblo adormecido y una falsa oposición que mucho dicen, pero poco hacen.

Gracias, Pedro, por Naomi Teruya

Durante junio del año pasado, el país vivía la polarización de encontrarse entre dos candidatos para nada aceptables. Sin embargo, uno representaba una mínima libertad, el otro ninguna.

En ese contexto, algunos futbolistas, en la libre expresión que tienen y siendo votantes activos, deciden manifestar por quién no iban a votar. Hace poco, Juan Carlos Oblitas, uno de los directores del equipo de fútbol nacional, confesó que el Ministerio Público citó a estos jugadores, señalándolos de haber recibido dinero de uno de los candidatos, por el simple hecho de haber publicado su opinión, todo esto la misma mañana del día que la selección tenía un partido importante contra Colombia. Ese día perdimos 3 a 0.

Hoy, la selección nacional tiene el partido probablemente más importante de esta mitad del año contra Australia. Se definirá si clasificamos al mundial Qatar 2022. También se iba a dar la citación que fiscalía le hace a Pedro Castillo para que este responda al interrogatorio por ser presunto cabecilla de una organización criminal, por presunto tráfico de influencias agravada y por presunta colusión. Después de que el puesto de presidente le permitiera declarar feriado nacional para el sector público, a causa del partido como lo dijo el mismo ministro de cultura, se reprogramo la cita para el viernes 17 de junio.

¿Pero por qué le es tan importante a Castillo reprogramar la cita? Recordemos que presentó pedido de tutela de derechos, el cual se resolvería el miércoles 15 de junio, así pretende anular la investigación fiscal. De hecho, el propio abogado precisó que, si el miércoles el juzgado les da la razón, la cita del día viernes no se debe efectuar.

Si clasificamos obviamente será una alegría entre tanta desdicha. Es más, muchos se mostrarán hipócritamente alborozos y se autodefinirán como hinchas de la camiseta, pese a que estos mismos en época electoral fueron los primeros en llamar de “fujimoristas” a los seleccionados e incluso deseaban que perdieran. Y más que seguro dirán que el fútbol y la política no se deben mezclar, frase trillada que usan cuando les conviene.

Muchos dicen que el deseo constante de clasificar a un mundial como peruanos es un mito unificador, sea cierto o no, creo que como país es importante que no comamos del pan que el gobierno nos da, ni nos entretengamos con el circo que suelen hacer.

El repechaje, por Naomi Teruya

En 2017, la Asamblea Constituyente del dictador Nicolás Maduro convulsionó al país: Venezuela afrontaba una inflación del 2.000% y entraba en default parcial. Muchos salieron a las calles para manifestar su oposición, que pronosticaba lo que finalmente sucedió: la constituyente despojó de sus poderes a la Asamblea Nacional (parlamento venezolano) y se los adjudicó a sí misma. Esto fue antecedido por la Constitución de 1999 que no en vano llamaron “La pionera”, establecida por el dictador anterior, Hugo Chávez.

En medio de todo este contexto político, tanto durante la propuesta y luego en su aprobación, grupos de manifestantes tomaron las calles de varios puntos del país venezolano, en su mayoría jóvenes, autodenominamos “La Resistencia”. Ciudadanos que enfrentaban a la policía y las represiones autoritarias del gobierno. Se sabe que durante las protestas murieron 140 personas aproximadamente, 15.000 heridos y hubo un poco más de 3.000 detenidos.

Si bien, una cosa es manifestarse pacíficamente cuando el gobierno respeta este derecho constitucional y buscar formar dialogo con los manifestantes; otra es reprimir, encarcelar e incluso asesinar a ciudadanos que viven en una dictadura, sin ninguna intención de acercamiento o apaciguamiento.

En el Perú, algunos aprendimos que una sociedad relativizada, podría fácilmente llamar de dictador a cualquiera y denunciar represión con facilidad, como sucedió durante el corto periodo presidencial de Manuel Merino. Pero cuando realmente se vive en una dictadura, donde encarcelan a opositores y fortalecen la narrativa de dividir a la ciudadanía, muchos deben ser valientes en tomar las calles y batallar contra la dictadura.

El sábado pasado se realizó una manifestación en Lima y en otros lugares del Perú. Más allá de que muchos no estemos de acuerdo con mítines, hipócritas de sofá, puristas que dicen no querer mezclarse con lo impresentable (según ellos), critican los esfuerzos cuando ellos bien podrían salir a marchar otro día, pero no, no tienen tanta indignación para ponerse las zapatillas, solo para tuitearlo. La gente debe aprender a localizar a estos individuos y comenzar a cuestionarlos, porque o perjudican al país gratis, o lo hacen cobrando.

El caso venezolano deja como enseñanza de que, en dictadura, no solo la gente se muere de hambre, además dispone su propia vida en las calles contra la represión. No tenemos que llegar a ese punto, todavía puedes salir de manera pacífica, porque es mejor recibir burlas que bala.

La Resistencia, por Naomi Teruya

En el 2020, en plena pandemia, la Comisión de Economía del Congreso aprobó medida para que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) acceda al secreto bancario de empresas y ciudadanos para, según ellos, combatir el lavado de activos y la evasión de impuestos, impulsado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). El intercambio informativo era requisito para suscribirse a dicha organización, todo en un marco internacional.

Evidentemente, muchos nos opusimos a la mal llamada reforma financiera que muchos caviares, como María Antonieta Alva, aplaudían y catalogaban como un hito histórico, olvidando que el secreto bancario y la reserva tributaria es un derecho fundamental contemplado en la Constitución.

De hecho, uno pensaría que la información que los bancos estarían obligados a dar a la UIF sería de ciertos casos con investigaciones en proceso, pero no. La supuesta reforma prosiguió en el gobierno de Francisco Sagasti donde, por decreto supremo, precisaba que los datos de aquellos que tengan más de 10 mil soles, en una cuenta bancaria o la sumatoria de varias, iban a ser reportados a la Superintendencia de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT), así supuestamente se evitaría la evasión fiscal, o sea, el hecho de tener tal cantidad automáticamente te hacía sospechoso.

La semana pasada, la Asociación de Bancos del Perú (ASBANC) denunció que datos bancarios de empresas y ciudadanos habían sido robados desde las entidades del Estado, donde han sido vendidos en internet al mejor postor. Incluso dijo que el Premier Aníbal Torres sabía de la situación desde abril. Debemos recordar que, desde el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, el Congreso de ese entonces dio facultades en materia tributaria y financiera al Ejecutivo. Es así que la congresista Adriana Tudela manifestó que propondrá la inconstitucionalidad del decreto legislativo 1434. Lo cierto es que no sabemos si este nuevo esfuerzo se haga efectivo porque el año pasado el mismo Tribunal Constitucional declaró como infundadas las dos demandas que hizo el Colegio de Abogados contra el mismo decreto.

Muchos, por ignorancia o necedad, señalan que la seguridad de bancos no es confiable, cuando el problema ha sido que el Estado no ha resguardado información sensible, atentando así contra el derecho fundamental de la privacidad financiera. Parece que, otra vez, María Antonieta Alva, Sagasti e incluso el propio Castillo se quedaron sin internet porque no han dicho nada. Mientras Vizcarra sigue con sus líos amorosos.

El Estado es responsable, no los bancos, por Naomi Teruya

Dentro de los libros sapienciales, decía un salmo judío que la paz y la justicia se besarán, tal parece que esa ternura de bondad no la saboreamos todavía. Muchos creen que se debe dejar gobernar a Castillo en tanto dure su mandato y hacernos los ciegos, ignorando los hechos políticos como si se pudiera.

Lo que pocos entienden es que sin justicia nunca habrá paz y todo lo que se asemeje será momentáneo y una careta del hoyo profundo que Castillo y partido están cavando. Mientras tanto los que lo apoyaron siguen haciendo malabares mentales para justificarlo y, si la hazaña no les permite más, relacionarlo forzosamente con Fujimori, la vieja confiable como se diría coloquialmente.

Vivimos en el idilio de la ideología cerronista y el populismo castillista, una especie de amorío que se fortalece cada que caviares intentan victimizar a Castillo, desligándose así del desastre que ellos también provocaron. Mientras la pasión nauseabunda del gobierno actual se manifiesta a todas luces, muchos ciudadanos vemos lentamente cómo el Perú va agonizando. El futuro poco esperanzador tiene olor putrefacto, se siente a los carroñeros esperar que el agonizante fallezca para despedazar la cerviz y proseguir al resto del cuerpo. Preparan las flores para que el olor no se sienta tan fuerte y nos venderán el cuento de que el finado pidió en vida que no llenen de lágrimas el ataúd, sino que con alegría beban y gocen que el gobierno se encargará de cuidarlos. Hasta que la muerte nos separe dice el sombrero y el presidente en la sombra, mientras algunos guardan la esperanza de que estos se desliguen, ¡cuánta ingenuidad!

A la par, la inversión pública ha caído en 8,7% en los últimos seis meses y, según el Instituto nacional de estadísticas e informática (INEI), más de 11 millones de peruanos caerían en la pobreza, sin contar que hemos llegado a la cifra más alta de inflación de los últimos 10 años con 8,62%. Cada día de resistencia con vida ya es un milagro, el que debe vender en las calles, aquel que sale a trabajar muy temprano, aquellos que estudian con profesores que, en vez de enseñar, adoctrinan y un etcétera de cosas de las cuales como peruanos luchamos y soportamos.

Entre el mal amor y la enfermedad, los síntomas crean confusión y quienes la padecen se envenenan de poder y corrupción.