El ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, ha creído que no existe un mejor momento para subirle los impuestos a la ciudadanía que los actuales tiempos de crisis económica y tan sólo unos días después del anuncio del presidente Pedro Castillo de querer “estatizar o nacionalizar” el gas de Camisea. Por ello presentó ayer un pedido de facultades legislativas -que pretenden el Congreso apruebe- para poder subir los impuestos a la minería, a las categorías 1 y 2 del impuesto a la renta (alquileres y ventas de propiedades), a la renta de los independientes, incluir el IGV en plataformas digitales -e inclusive en seguros de vida- lo que subirá sus precios. El objetivo parece ser el de cualquier socialista: velar por la salud de las cuentas del Estado, antes que por las del ciudadano; como se necesitan repartir bonos para subir popularidad -y la deuda ya viene subiendo mucho por el derroche vizcarrista-, ahora “los ricos” deben pagar la cuenta. La realidad es que va contra la intuición básica el presionar a los contribuyentes en tiempos donde lo que corresponde es que el gobierno dé seguridad a los inversionistas para que apuesten por el Perú y la torta crezca. Como Pedro Castillo es un incapaz para lograrlo, lo que queda para repartir bonos es exprimir a los de siempre. ¿De verdad usted pagaría sus impuestos para que este gobierno lo gestione? Pésima “iniciativa” que el Congreso debe rechazar categóricamente. Si quieren reformar impuestos, que lo haga el Legislativo.

Expolio en plena crisis

Debido al incendiario anuncio del presidente Pedro Castillo tras solicitar al Congreso que apruebe una ley para ‘estatizar o nacionalizar’ el yacimiento de Camisea, las bancadas de centro han pedido claridad para otorgar el voto de confianza al gabinete Vásquez. Sin los votos de Somos Perú, Acción Popular y Alianza para el Progreso, Vásquez no obtendría la venia del Parlamento, dado que la oposición de derecha -Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País- no votará a favor del gabinete sin que este sea limpiado de los malos elementos como Luis Barranzuela y Carlos Gallardo. El gesto del centro político de pedir que se aclare el doble discurso intenta tender puentes con un Ejecutivo que a duras penas a podido establecer un mensaje claro desde que asumiera el poder; parece difícil que vaya a cambiar ahora. El centro quiere darle la confianza, pero Castillo no se deja; y el centro tampoco quiere ‘quemarse’ avalando un plan extremista como lo es el de avanzar contra el contra de Camisea, que, por cierto, no tiene ningún tipo de sentido. La vía congresal para la “nacionalización” no es algo ajeno a los amigos de Castillo; Evo Morales lo aplicó al entrar al poder, produciendo el pago de millonarias indemnizaciones por la expropiación de la empresa boliviana YPFB, momento desde el cual la inversión extranjera cayó para nunca más retornar a sus niveles anteriores. ¿El centro le creerá a Castillo una vez más? Lo sabremos el próximo jueves.


El centro pide lo imposible

El dólar volvió a alcanzar los 4 soles, luego de que -mientras la premier Mirtha Vásquez intentaba vender un discurso moderado para ganarse el voto de confianza del Congreso-, el presidente Pedro Castillo da dos mensajes: uno a nivel personal, y otro a través de sus bases políticas. El primero consiste en pedirle al Legislativo que de una vez avancen hacia la estatización de los yacimientos de Camisea y como dijo ayer: “darles a los peruanos lo que el pueblo produce”. Lo que no entiende Castillo es que Camisea no lo produce el pueblo, lo produce un consorcio de empresas que han invertido en instalaciones, tecnología, ingeniería, para la extracción del mineral, y que pagan más de la mitad de sus utilidades al estado peruano. Por otra parte, sus bases políticas vinculadas al Conare-Movadef-Sendero Luminoso, hicieron manifestaciones promoviendo el cierre del Congreso, lo cual sería a secas un golpe de estado. Como suele hacer la izquierda, acusa a quienes se le oponen de ser lo que ellos son: por ello, la campaña antiparlamentaria ha empezado, acusando a la derecha de “golpista y obstruccionista” por no querer darle el voto de confianza Vásquez a pesar de que probablemente lo obtenga. ¿Cuál es la intención? Todo apunta a que Castillo -como señalamos en un editorial pasado- buscará imitar a Vizcarra, ‘pechando’ al Congreso hasta cerrarlo o someterlo para asaltar las instalaciones de Camisea. Pedro Castillo siempre fue un radical, y hoy queda más que manifiesto.

Busca el golpe y el robo

Va sin cambios. Hoy la presidenta del Consejo de Ministros Mirtha Vásquez irá al Palacio Legislativo desde las 11 de la mañana a buscar la confianza -como mínimo- de la mayoría simple del Congreso de la República. La película continúa con el mismo argumento, pero con otras caras, ya que luego de 3 semanas en el cargo el gabinete Vásquez avanza sin ningún propósito de enmienda a la agenda radical del anterior gabinete, al no retirar a los ministros con serios cuestionamientos que lo conforman. Con seguridad no contarán con los 43 votos de la oposición -Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País-, ya que la premier no ha retirado del cargo al ministro Luis Barranzuela, con quien inclusive ha coordinado la aprobación de una resolución que evitaría la erradicación del cultivo de hoja de coca ilegal, con el objetivo de detener el paro de cocaleros de Puno. Esta decisión claramente lo endosa políticamente. Además, se mantiene a Carlos Gallardo -sindicalista contrario a la meritocracia en la carrera pública magisterial-, y a Oscar Maúrtua que reconoció a la dictadura de Nicolás Maduro a través del nombramiento de Richard Rojas como embajador. Si bien la facción cerronista de Perú Libre, con 20 curules, no ha asegurado un voto favorable a Vásquez, todo hace pensar que es más show que realidad. Como ha sucedido en anteriores votaciones, la confianza dependerá de las bancadas del centro: Alianza para el Progreso y Acción Popular, quienes muy probablemente votarán a favor. La historia parece repetirse de modo edulcorado.

Avanza sin enmienda

Dina Boluarte, vicepresidenta de la República y ministra de Desarrollo e Inclusión Social, fue incluida en la investigación fiscal por el presunto delito de lavado de activos para el financiamiento ilegal de las campañas electorales del partido del lápiz en el 2020 y 2021. Nuevas evidencias encontradas por el fiscal Richard Rojas Gómez, a través de las declaraciones de colaboradores eficaces, lo han llevado a incluir a Boluarte y a Braulio Grajeda -viceministro en la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM)- en el caso más sonado que ya involucra a casi toda la cúpula de la plataforma que llevó al poder al presidente Pedro Castillo. Según el colaborador eficaz 04-2021, el partido Perú Libre tenía chats de WhatsApp donde se le exigía a los trabajadores del Gobierno Regional de Junín (GORE Junín), aportes de 100 soles a una cuenta mancomunada del Banco de Crédito del Perú; aportes condicionados a que su contratación administrativa de servicios (CAS) sea renovada. Además, los que eran funcionarios del GORE Junín debían de hacer aportes aún mayores, alcanzando hasta los 10 mil soles. Esta cuenta mancomunada, habría sido abierta por la actual vicepresidenta Boluarte y el viceministro de la PCM, Braulio Grajeda. La recaudación de estos fondos tenía como objetivo el financiamiento de Perú Libre y -por supuesto- el pago de la reparación civil de Vladimir Cerrón fruto de su condena por corrupto. El futuro del gobierno tras esta noticia es sombrío e incierto.

Vicepresidenta en problemas

El miércoles de esta semana, se vio a la Cancillería recibir un duro golpe de parte del Poder Judicial, cuando este dictó 6 meses de impedimento de salida del país contra su “candidato” a embajador de la dictadura de Nicolás Maduro. El investigado por lavado de activos en el caso “Los Dinámicos del Centro”, Richard Rojas García fue además fallidamente propuesto para ser embajador de Panamá, algo que -a través del silencio diplomático- fue rechazado por este país. A la cabeza del canciller Óscar Maurtua, Torre Tagle vive tal vez la página más oscura de su historia al recibir el revés adicional del fiscal Richard Rojas Gómez quien denunció que el Poder Ejecutivo está intentando blindar a la mano derecha de Vladimir Cerrón, instrumentalizando la posición de embajador para evitar que la justicia haga su trabajo. Es decir, no sólo el endose de Maurtua a Rojas García significa restituir relaciones diplomáticas con un régimen violador de derechos humanos, hambreador, narco-dictatorial y vinculado al terrorismo; sino que además significaría un intento de encubrir a un hombre que tiene pendiente responder por qué retiró 400 mil soles de una cuenta de Cerrón. El Poder Ejecutivo parece estar intentado blindar judicialmente a toda la mafia de Junín -con puestos públicos como este caso, o permitiendo la fuga de requisitoriados-. ¿Se seguirá Maurtua prestando para esto?

La página más oscura

Mientras que la mayoría de los analistas cree que el nuevo gabinete Vásquez le otorga “un respiro” al gobierno de Pedro Castillo, los datos muestran lo contrario: su desaprobación crece de manera consistente desde que asumió el cargo. En octubre, la mitad (50%) de peruanos rechaza la labor del presidente, algo que ha subido sostenidamente desde septiembre (46%) y agosto (37%), según la encuesta de Datum a nivel nacional publicada el día de hoy en el Diario Gestión. Y es precisamente la Generación del Bicentenario -jóvenes entre 25 y 34 años- los que más descontento mantienen contra Castillo, superando la mitad (51%). Muy lejos de lo que analistas que siempre estuvieron vinculados al vizcarrismo, el gabinete Vásquez tiene una baja aprobación por un hecho muy sencillo: el perfil del votante ‘perulibrista’ pide mano dura y cambios radicales, algo que no transmite Vásquez; mientras que el votante anticomunista no le cree la moderación. Además, recordemos el resultado del Partido Morado, Somos Perú -e inclusive de Juntos por el Perú- en las últimas elecciones: a penas suman 13 escaños. No representan al país. A veces intentar contentar a todos termina por no contentar a nadie. Por eso, Castillo se coloca en un punto de equilibrio inestable que lo llevará o a retornar al cerronismo, o a repetir la conducta del Lagarto, antagonizar con el Congreso hasta poder cerrarlo. ¿No sería mejor incluir ministros de la derecha y hacer un pacto de gobierno? Parece mucho pedir.

Castillo sigue en picada

Ayer el Pleno del Congreso aprobó por el dictamen de insistencia basado en la observación de la autógrafa de ley que desarrolla el ejercicio de la Cuestión de Confianza y que reestablece el equilibrio de poderes perdido gracias a la disolución del Legislativo el 30 de septiembre del 2019. Por 79 votos a favor, 43 en contra y 3 abstenciones, se aprobó la reforma que se discutió durante varias semanas y que cuenta con el aval de constitucionalistas de peso. La votación también develó la farsa detrás de la supuesta “gran pugna” al interior de Perú Libre, que para este asunto mostró plena unidad votando en contra del dictamen. Esta reforma representa un hito clave en la defensa del parlamento como institución y de la democracia representativa que es consustancial a la protección de los fueros legislativos de la arbitrariedad del presidente. La iniciativa presentada con carácter de urgencia por la premier Vásquez -con firma de Pedro Castillo- no ha sido atendida, y publicó en sus redes sociales que lamentaba que el Congreso renuncie a un debate amplio y plural con una ley que pone en riesgo el equilibrio de poderes. El Ejecutivo que acaba de reconocer a la dictadura de Nicolás Maduro pretende dar lecciones de democracia. ¡Ah caray!

Triunfa el estado de derecho

Como ya no sorprende en la forma de hacer política de quienes han estado siempre codo a codo con Martín Vizcarra -alias “el Lagarto”-, hoy la premier Mirtha Vásquez presentó un proyecto de reforma constitucional a última hora, 

 de votarse en el Pleno de hoy la aprobación por insistencia de la ley elaborada por la Comisión de Constitución, que desarrolla la cuestión de confianza. El proyecto presentado, que incluye la firma de Pedro Castillo, pretende enfrentarse a la propuesta ya consensuada en el Poder Legislativo. La suspicacia que genera esta acción es enorme, rememorando nuestra triste historia reciente en la que Vizcarra -junto a su premier Salvador Del Solar- presentó al caballazo una reforma que buscaba cambiar los mecanismos de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, y que utilizó para hacer cuestión de confianza y disolver el Congreso. La propuesta de Vásquez incluye ridiculeces como acotar la vacancia presidencial a sólo “incapacidad mental”, cuando esta narrativa es falaz y falsa; el uso de la destitución es político y se basa en algo que ni Castillo ni el vizcarrismo han respetado jamás que es: la democracia representativa. Si el gobernante no tiene el consenso del pueblo, que está representado -quieran o no- en el Legislativo, entonces tiene que salir. Los caudillistas y fanáticos de regímenes personalistas, pueden verse hoy a varios kilómetros de distancia. Este gesto político evidencia que Vásquez no representa moderación, sólo “mejores modales”.

Como ya no sorprende en la forma de hacer política de quienes han estado siempre codo a codo con Martín Vizcarra -alias “el Lagarto”-, hoy la premier Mirtha Vásquez presentó un proyecto de reforma constitucional a última hora, ad portas de votarse en el Pleno de hoy la aprobación por insistencia de la ley elaborada por la Comisión de Constitución, que desarrolla la cuestión de confianza. El proyecto presentado, que incluye la firma de Pedro Castillo, pretende enfrentarse a la propuesta ya consensuada en el Poder Legislativo. La suspicacia que genera esta acción es enorme, rememorando nuestra triste historia reciente en la que Vizcarra -junto a su premier Salvador Del Solar- presentó al caballazo una reforma que buscaba cambiar los mecanismos de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, y que utilizó para hacer cuestión de confianza y disolver el Congreso. La propuesta de Vásquez incluye ridiculeces como acotar la vacancia presidencial a sólo “incapacidad mental”, cuando esta narrativa es falaz y falsa; el uso de la destitución es político y se basa en algo que ni Castillo ni el vizcarrismo han respetado jamás que es: la democracia representativa. Si el gobernante no tiene el consenso del pueblo, que está representado -quieran o no- en el Legislativo, entonces tiene que salir. Los caudillistas y fanáticos de regímenes personalistas, pueden verse hoy a varios kilómetros de distancia. Este gesto político evidencia que Vásquez no representa moderación, sólo “mejores modales”.

¿Repetirán la historia?

La facción liderada por Vladimir Cerrón, de la bancada de Perú Libre, anunció que no asistirá a la reunión convocada hoy a las 4 de la tarde por la premier Mirtha Vásquez. El vocero Waldemar Cerrón declaró que podrían reunirse con ella el viernes, que es el día en el que se reúnen regularmente con el jefe de Estado, y exigieron que Pedro Castillo la acompañe. Todas las demás bancadas sí asistirán a la hora propuesta. La facción de Pedro Castillo, o “facción magisterial”, que muchos intentan elucubrar como más razonable y menos radical que la relacionada con Cerrón, sí ha señalado que asistirá a la reunión con Vásquez. Sin embargo, sería el colmo que siendo ellos cercanos a Castillo, no asistan a colaborar con la presidenta de Consejo de Ministros propuesta por él. Si bien el ala cerronista pierde fuerza, Castillo no deja de ser radical que reivindica el maoísmo, y está de acuerdo con reconocer diplomáticamente a la dictadura de Maduro. Las bancadas de oposición serán quienes tendrán “la oportunidad” de otorgarle la confianza a Mirtha Vásquez, pero en principio el bloque duro -Avanza País, Fuerza Popular y Renovación Popular- exige la salida de los ministros del Interior y de Educación como condición previa. Alianza para el Progreso, se ha sumado también. La pregunta clave es, ¿quién sostendrá a Vásquez? Y especialmente, ¿por qué lo harán?